J. Rotter dice que nuestras perspectivas sobre posibles consecuencias de una determinada situación influyen ampliamente en nuestro comportamiento. Cuando una persona se encuentra en un estado de inestabilidad , sera más propensa a tener menos posibilidades de éxito en situaciones concretas, provocando una tendencia de generalizar en otros aspectos de su vida.
Rotter se centró a estudiar las creencias que desarrollan las personas al estimar el control que pudiesen existir en su ambiente. Entre estas aparece el termino sitio interno de control; haciendo alusión a todos los pensamientos que supeditan el resultado del acontecimiento (la persona asume en plenitud que tiene las capacidades necesarias para lograr obtener un buen resultado), por el contrario, la atribución del sitio externo de control, es sin más la abundancia de pensamientos de ineficiencia que le permita ejercer control sobre lo desarrollado en su medio (adopta una actitud estática que sugiere aguardar por un resultado que en poco le beneficie).
Si el psicoterapeuta se apoya en ésta teoría, deberá de enseñarle al paciente a responsabilizarse de las consecuencias de un cambio que le beneficie totalmente, saliendo de la zona de confort, aumentada en esperanzas de un panorama alentador sin hacer nada o poco (sitio externo de control). Para obtener tal resultado, se debe de reestructurar el enfoque perceptual del individuo sobre la situación, para que se adopten sistemáticamente conductas nuevas y efectivas que culminen con aquella perturbación que impide una estabilidad.
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