PSICOLOGÍA EDUCATIVA: LA IMPORTANCIA DEL DOCENTE

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Existen muchas profesiones alabadas, glorificadas y bien recompensadas monetariamente hablando. Hay unas cuantas más que, por el contrario, son muy criticadas y menospreciadas.
La docencia siempre deambulará entre las palabras de elogio de unos cuantos y las críticas con intención de perjudicar de algunos otros.Lastimosamente tanto las criticas buenas o malas se desarrollarán dependiendo de un alto grado de subjetividad naciente de los padres de familia. Un docente puede ser el mejor: si su hijo saca 10 en todas las materias, si el propio alumno se expresa bien del profesor, o bien, de la impresión estética del docente hacia padres y alumnos. De manera inversa a la serie de palabras encantadoras y cautivantes, existen aquellas cuyo objetivo es desacreditar el trabajo del docente; de igual forma emergen por situaciones que bien se pueden catalogar como personales. Un docente puede ser el peor: si su hijo saca un 7, si el profesor le corrige, si el niño habla mal de él o ella, si los padres de familia no conciben agrado hacia el profesional de la educación, etc.

Lo cierto radica en que tanto profesor y alumno son indispensables dentro del sector educativo. Para los docentes, la mayor satisfacción que puedan generar, es el progreso que sus alumnos presenten dentro del proceso de aprendizaje (mismos que se logran por medio de la interacción entre ambos agentes). Las características dentro de este margen de prosperidad, son visibles cuando:
1. Los alumnos generan los conocimientos propios en la materia impartida.
2. los alumnos generan las habilidades correspondientes dentro de la materia.
3.Los alumnos generan intereses por la materia.
4.Los alumnos generan habilidades afectivas.

Se es fácil escribir, leer e inclusive hablar de los objetivos descritos en el proceso de planeación educativa, pero la realidad está compuesta por un alto grado de complejidad, ya que, el cambio a merita una participación activa de estos dos elementos (docente-alumno). En primera instancia, se tiene al docente que es el encargado de la comunicación de conocimientos y saberes. Los docentes previamente han conseguido la formación académica adecuada, para poder impartir todos los datos necesarios a los alumnos (hablamos de una especialización pedagógica) y este conjunto de saberes impartidos serán evaluados de acuerdo con la manera en que los temas son explicados, la resolución de dudas, la orientación académica y evaluación objetiva (el desarrollo de estas actividades las catalogaremos como "intelectuales").
 En segundo lugar, existe el estigma social sobre la inteligencia que expresa que toda persona calificada como excelente (en términos académicos), debe de tener un CI más alto que el promedio (esto aplica tanto para alumnos y profesores), pero en dicha etiqueta, el peso valorativo recae más en los docentes (por las mismas razones de subjetivismo antes mencionadas). Hay que darle la importancia necesaria a la metodología ocupada por cada docente, su forma de administración, su preparación y disciplina, pero, también es indispensable entender que las actividades "afectivas" que desempeñe el educador con respecto a sus alumnos, influyen mucho en la adquisición de conocimientos. Las actividades afectivas serán el pilar constitucional en acciones que sugieran los intercambios de competencias de expresión sensible (enfoque humanista) entre profesores y alumnos, el ambiente creado por el entusiasmo, colaboración mutua, la expresión de ideas de manera bilateral  y la simpatía. 

Para concluir, los encargados de la impartición de la conciencia, razón, instrucción de saberes y conocimientos, planean con anticipación las actividades a desarrollar a lo largo de un ciclo escolar, del mismo modo, su actitud debe de ser ordenada y de acorde al nivel de estudios con el que se trate (para evitar un rendimiento poco adecuado). Si un profesor se presenta ante un grupo, como una figura dominante creará un ambiente turbulento y rutinario;esto no significa que sea poco competente para el puesto de docente, por el contrario, su postura expresa que da mayor énfasis al contenido temático que se relacione a profundidad a su área especialización o interés. En tanto si existe una postura más abierta y flexible, no significa que el profesor sea inexperto, más bien, permite el crecimiento más allá de lo teórico: la seguridad emocional, recompensada por la libertad práctica y el crecimiento progresivo del aprendizaje.


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1 comentario:

  1. Muy buen articulo. Me agrada el entusiasmo y amor que tienes hacia la psicología ��

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